domingo, 3 de noviembre de 2019



BODAS DE SANGRE, de Federico García Lorca



.


Lorca (1898- 1936) fue un extraordinario poeta.
También era un hombre fascinado por el teatro desde niño: los títeres que recorrían su Andalucía natal lo marcaron y ya adulto no solo fue dramaturgo, sino que también escribió e interpretó teatro de guiñol ( para títeres y marionetas).
A partir de los años 30 su interés por el teatro crece cada vez más. Ello está relacionado con su interés por la educación del pueblo y los problemas sociales que afectaban a una convulsionada España, previo al golpe militar fascista, contra la República, que desembocó en la Guerra Civil (1936-1939).
El teatro es un arte muy complejo que no solo implica un texto dramático, sino el hecho de representarlo, o sea, una puesta en escena.
García Lorca estaba muy vinculado a actrices, elencos, directores, y él mismo opinaba a través de las acotaciones de sus obras sobre elementos tales como el vestuario, la música o la escenografía.
Bodas de Sangre es una obra que se escribió a comienzos de la década de 1930. Transcurre en el campo, por eso es considerada como una tragedia rural.
Muestra con realismo por momentos y por otros con una fuerte carga simbólica los problemas que padecían las zonas más pobres y marginadas de España en pleno siglo XX, como Andalucía.
Sus obras de teatro están ambientadas en pequeños pueblos llenos de prejuicios y con una fuerte división en clases sociales. Las mujeres, víctimas de un patriarcado ancestral, son las protagonistas de sus obras.
Entre la represión y el deseo de pasión, se mueven sus personajes.


LISTA DE PERSONAJES





Cuando comienza a leerse una obra de teatro inmediatamente se verá una lista de personajes, a veces ordenados por aparición y otras por importancia.
En el caso de Bodas de sangre llama la atención que los personajes, salvo Leonardo, no tienen nombre, sino que son nombrados por su rol social, donde importa el lugar ocupado en la familia.
Las familias en esta obra no se forman por amor necesariamente, sino que es evidente que hay matrimonios arreglados, como el caso de la madre de la novia (que murió y no fue una mujer feliz, pues no quería a su marido ni a la tierra de este).
O el de Leonardo, casado con la prima de la mujer que ama, sumido el matrimonio en la pobreza y en la infelicidad, a pesar de tener un bebé.
Los personajes se dividen en principales y secundarios, pero también hay personajes silueta, que nunca aparecen pero se mencionan constantemente. Uno es la madre de la novia (ya nombrada), pero otros, muy importantes, son los muertos: el padre y el hermano mayor del novio, asesinados por los Félix. Y estos, que están presos, pero vivos y tocando la guitarra.
La madre vive pensando en ellos, en los Félix, los hombres siempre armados de navajas. La madre está llena de rencor hacia el mundo por haber perdido a sus seres amados en manos de los Félix. Los asesinos están presos, pero ven los montes desde la ventana. Aunque, también son siluetas porque están en la cárcel.
Las protagonistas son aquellas que llevan adelante el CONFLICTO dramático. Sin duda son la madre y la novia. Porque si bien el novio y Leonardo son personajes de importancia, la madre y la novia son las que luchan contra el destino y pueden considerarse HEROÍNAS TRÁGICAS. Son las verdaderas protagonistas de la trama.
Un héroe trágico es un personaje que vive el conflicto en toda su intensidad, que pretende cambiar el "sino" (el destino), pero no lo logra, ya sea por la desgracia, la mala suerte, el azar, o por las pasiones que lo arrastran y que están dentro de sí mismo, de su propia identidad.
La madre quiere vivo a su único hijo. Pero también lo quiere con honra porque es una defensora total de los valores tradicionales y la familia. La novia quiere ser una esposa y madre normal. Quiere paz y por eso decide la boda con el novio. Pero no puede evitar su pasión por Leonardo, quien resurge en su vida y en su boda.
Ninguna de las dos consigue lograr su deseo.
Entre los personajes secundarios, que salen a escena episódicamente, se destaca la vecina, que actúa de mensajera de siniestros presagios, la criada, que funciona como la clásica confidente de la protagonista (la novia), y la suegra y la mujer de Leonardo, que dicen la verdad claramente en la obra.
El padre de la novia, si bien un personaje secundario, con su aspecto bonachón quizás sea el origen de las desgracias, pues es evidente que un terrateniente a quien le importa tanto el dinero no hubiese permitido jamás que su hija se casara con un Leonardo pobre, poco trabajador y mujeriego.


NO TODO ES REALISTA.

Si bien los dos primeros actos de la obra parecen pertenecer a una literatura realista donde todo lo que sucede y se dice podría pasar perfectamente en la realidad, el tercer acto sorprende por su extrañeza. Aparecen varios personajes misteriosos nuevos.
Aunque en el Acto II ya se habían mostrado personajes colectivos, como las muchachas y los mozos invitados a la boda, en el acto III interesan los leñadores: en su diálogo se sopesan todas las razones de la desgracia.
Es la noche y están cerca de un río, saben que muy cerca de ellos hay una persecución: sus voces son como un coro que comenta la condición humana.


Con sus hachas terribles anuncian que un árbol (símbolo de vida, familia, crecimiento), va a caer.
También aparecen personajes alegóricos, como la Luna -personificada como una suerte de hada maléfica- y como la Mendiga - que representa a la muerte buscando sus víctimas-.
En el último cuadro del Acto III también aparecen unas mujeres (dos y una muchacha), con una madeja roja cuyo hilo recuerda el viejo mito griego del hilo de la vida que un día se corta.


¿POR QUÉ BODAS DE SANGRE  ES UNA TRAGEDIA?

En el género dramático, las obras se dividen tradicionalmente en tres categorías:
a) comedia
b) tragedia
c) tragicomedia.

García Lorca tenía muy presente esta división, que viene de los griegos, cuando componía sus obras de teatro. No fue lo suyo la comedia (donde predomina la risa y el final es feliz), sino la tragedia, donde los personajes sufren y el desenlace desemboca en muerte.
El desenlace está latente desde el inicio, puesto que el conflicto dramático, que muy pronto se conoce, es que el novio quiere casarse con una mujer que fue novia de uno de los Félix.
La rivalidad entre ambas familias parece volver a reeditarse, esta vez la sangre va a correr donde menos se la espera, en una boda.




Una TRAGEDIA, según Aristóteles, es la representación de una acción grave, seria y completa, de cierta extensión. Su conclusión debe ser la muerte porque la obra induce a que el público, ante los hechos terribles de los personajes, sienta piedad y horror y así logre la sanadora CATARSIS.
En el teatro se busca que el público comprenda a cada personaje. En un conflicto dramático, los personajes, todos a su manera, tienen razón y chocan fuerzas irreconciliables. 
La empatía del público hacia el sufrimiento de la madre, el novio, la novia y Leonardo hace que las culpas pasen a un segundo plano y se reconozca en cada sentimiento un aspecto humano universal que no debe juzgarse implacablemente.
Así, pese a la obvia culpabilidad de Leonardo y la novia, que huyen de la boda y traicionan a sus familias, la escena del bosque en donde la pareja se declara su pasión muestra que ninguno de los dos era capaz de controlar sus sentimientos. Y que ambos fueron también víctimas de una sociedad cruel que les vetó el amor y la felicidad.
Esta percepción de la vida "fuera de control" también  se advierte en el parlamento final de la novia, donde  explica con detalles a la madre -destruida por el dolor- que ella  hubiese anhelado tener al novio por marido, por padre de sus muchos hijitos. Pero no pudo. El otro (Leonardo)  la arrastraba.
Tampoco la madre hubiera podido reprimirse si hubiese sido presa de una pasión terrible como la de la novia y Leonardo.




ESPACIO Y ESTRUCTURA

Bodas de sangre posee la repartición frecuente de las obras de teatro en tres actos, coincidentes con el planteo, nudo y desenlace del conflicto. Pero Lorca agrega otra división nueva en función del espacio donde se desarrollan los hechos: los cuadros.

ACTO I. Presentación del conflicto


El acto I tiene tres cuadros, es más moroso, porque hace falta una gran cantidad de información para que el público comprenda la intensidad del conflicto que se está produciendo.
El cuadro I transcurre en la casa de la madre, pero como espacio extraescénico madre e hijo hablan de las viñas, las tierras que completan el patrimonio de la familia. Aquí la madre concede al hijo dos elementos esenciales al conflicto: la navaja, supuestamente para cortar los pámpanos, la cual evoca las navajas con que los Félix asesinaran al hermano y al padre del novio. Pero también concede el sí al matrimonio con la novia.
En un cambio de escena que introduce a un nuevo personaje, la vecina, la madre  ya sin su hijo delante se informa sobre la historia de la muchacha con la que se va a casar el novio. La novia ha sido por tres años novia de Leonardo, el único Félix que no está preso, y es hija de una mujer que no amaba a su marido.
Las noticias son pésimas para la madre, quien una vez sola en la casa vacía se santigua, como previniendo la desgracia.
El cuadro II  se desarrolla en la modesta casa de Leonardo, donde este vive con su mujer, su suegra y su niño. Las mujeres acunan al bebé con la nana del caballo, una oscura canción de cuna que como una profecía adelanta la persecución a caballo y la muerte que se van a producir en el el acto III.
En este acto se evidencia que Leonardo tiene un secreto y que lo irrita la noticia de la inminente boda de su ex novia con otro.
En el cuadro III se asiste al pedido de mano oficial de la mano de la novia. La madre y el novio se han trasladado hasta la casa de la novia, una curiosa construcción en medio del secano - el desierto-, que es una típica cueva andaluza con rasgos de lujo y buen gusto.
Allí el público conoce a la novia, una muchacha sombría que no parece estar feliz con la boda, aunque da el sí.
El cuadro III tiene una segunda escena entre la novia y su criada, en donde se produce la anagnórisis de la novia, pues comprende que Leonardo aún la asedia y rodea su casa a caballo por las noches.
El caballo en Lorca es símbolo de libertad y de fuerza vital.


ACTO II. El nudo.







El acto II es el clímax de la obra y transcurre en la casa de la novia, donde se festejaría la boda.
Su primer cuadro muestra la preparación de la novia para la boda, interrumpida violentamente con la irrupción de un irónico y sensual Leonardo.
Pero esta intrusión que desestabiliza a la novia se transforma de pronto en una fiesta colorida a medida que van llegando los invitados a la fiesta de la boda.
Se llena de personajes la escena que cantan en elogio de la ceremonia que se va a celebrar y todos se van juntos a la iglesia.
Pero la esposa de Leonardo, que es prima de la novia, se ha percatado que Leonardo la rehuye y quiere deslindarse de ella en la boda. Como una sombra exige estar junto a él. Poco parece que vaya a lograr esta mujer dulce y frágil contra la terrible desgracia que la acecha.
En el cuadro II la ceremonia de la boda en la iglesia ya se ha producido ( es una acción importante pero extraescénica), y los invitados, la familia y los novios regresan a la boda.
Se desarrollan cantos, bailes -flamenco- y se despliega bebida, comida y bandejas de trigo, símbolo de fertilidad característico de la boda que augura hijos y descendencia.
Pero la novia se retira a su habitación alegando sentirse mal. Nuevamente algo importante sucede fuera de escena: en verdad la novia se escapa con Leonardo en el caballo de este. Quien lo descubre es la mujer de Leonardo que lo grita a todos.
Es entonces que se produce la anagnórisis del novio, pues comprende que su novia no lo amaba, que lo ha traicionado y lo abandonó por otro. Se produce una metamorfosis en él: de chico sumiso con su madre se transforma en un hombre dispuesto a defender lo suyo. Y pide un caballo: el caballo también es símbolo del poder masculino, de su fuerza.






La madre en ese momento se halla en el mayor momento de tensión de su vida, pues oscila entre el sentimiento de honor que pretende reservar para su familia, la necesidad de venganza y el terror a quedarse sin su único amado hijo. Estamos ante el NUDO de la obra.



ACTO III. Desenlace


Se desarrolla el primer cuadro en un ambiente extraño, un bosque con un río, en la noche. Se despliegan varios personajes nuevos: los tres leñadores, la luna y la mendiga. En este ambiente de sueño, de pesadilla, se asiste de pronto a la única escena amorosa de la obra.
En un claro del bosque la novia y Leonardo tratan de comprender por qué han sido capaces de realizar esa acción tan terrible. Solo el deseo y la profunda atracción física pueden explicarlo.
Mientras tanto los persiguen no solo el novio y sus primos sino también la mendiga que resulta ser la muerte. Aliada de la luna, que va a iluminar el cuerpo de la víctima, la muerte necesita alimentarse del morir de los vivos, aunque parece pedir pan.






El cuadro termina de un modo muy poético: la muerte de los rivales es un hecho extraescénico,  pero se escuchan los gritos que causan los acuchillamientos y la muerte parece desplegar dos alas.
El último cuadro de la obra deja de ser en la oscuridad y en el bosque y la acción pasa a una casa de carácter monumental, que resulta ser la de la madre, aunque ahora parecida a un cementerio.
Varias mujeres vienen a cumplir el ritual ancestral de llorar los muertos: acompañan a la madre, que aunque devastada, parece que no quiere llorar.
Los muertos vienen en camino desde el bosque, los traen en andas. Leonardo y el novio se clavaron las navajas mutuamente.
Es entonces que inesperadamente aparece la novia, supuestamente manchada de barro y sangre, que tiene un diálogo desesperado con la madre y que asegura que lo ha perdido todo, inclusive su honra, pero no la virginidad.
Ha perdido al novio,  que era la única posibilidad de salir de la desgracia en que se veía sumergida luego de haberse enamorado de Leonardo. Y este, el hombre que siempre amó, también ha muerto y ahora  ella se halla muy sola, desdichada, virgen, casada y viuda.
La madre la desprecia y la mantiene en la puerta.
Si bien el final es cerrado, nunca sabremos si la novia queda viviendo en aquella enorme casa junto a su suegra, una mujer que la aborrece.
Es este el DESENLACE  de la obra.





Federico García Lorca como director del teatro La Barraca




domingo, 8 de septiembre de 2019

A UN OLMO SECO, de Antonio Machado

Antes de leer y reflexionar sobre este poema, escucha esta canción, cuya letra es del poeta Machado y su música de Joan Manuel Serrat. Pero esta versión está transformada al flamenco, el estilo musical por excelencia de Andalucía y la canta Calixto Sánchez:

https://www.youtube.com/watch?v=E2GwSY3wF-s



En Uruguay tenemos una variedad de olmo que llamamos "álamo". Es un árbol que se suele plantar al borde de caminos y carreteras, para dar sombra, uno junto al otro.



A UN OLMO SECO

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera. 
Tradicionalmente, se interpreta este poema como una metáfora de la esperanza que aún tenía Antonio Machado sobre la mejoría de su joven esposa Leonor, enferma gravemente de tuberculosis.




Antonio Machado 1875-1939


Leonor Izquierdo 1894-1912




Análisis de "A un olmo seco"


 Título 


Es un título que no entra dentro de la tradicional clasificación “epónimo”, “emblemático” y “simbólico”, porque parece en verdad una dedicatoria, un pequeño texto que a veces acompaña a otro y que adelanta que se va a realizar un canto, elogio, o agradecimiento a alguien valioso. A veces los poemas que cumplen  esta función se llaman “odas”.
Pero el título como siempre adelanta información, y así el lector sabe que se va a alabar un árbol “seco”, es decir, que se está muriendo. Hay una paradoja en elogiar a un ser vivo que se halla en tránsito hacia la muerte, en plena decadencia.
La primera parte del poema es una descripción minuciosa del árbol. Y lo curioso es que para ello Machado utiliza la forma de un soneto, es decir, dos cuartetos y dos tercetos.



 Primera estrofa: un cuarteto


El primer cuarteto explica objetivamente la situación presente del árbol, cuya vida ha sido aniquilada por un elemento arbitrario de la naturaleza , el rayo. Sin embargo, y ese parece ser el motivo de la alabanza, a pesar de la destrucción, el árbol puja por vivir y con la primavera le han salido unas “hojas verdes”. Así aparece al inicio del texto una alusión a la esperanza, al milagro azaroso de la vida.


 Al olmo viejo hendido, por el rayo
y en su mitad podrido
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.


 Este comienzo es casi in media res, lo peor ya sucedió. El rayo (símbolo desde la mitología griega de fuerza y de poder) ha partido un árbol que ahora no es considerado “seco”, sino “viejo”. Así, los adjetivos van siendo cada vez más amables dirigidos al olmo, pues en realidad, calificar a un árbol de “viejo”es considerar su fortaleza y porte. La vejez de un árbol es un atributo positivo, si bien este olmo también está “hendido”, y “en su mitad podrido”
El adjetivo “podrido”por cierto no es nada poético, pero el yo lírico, que observa de cerca el árbol, quiere ser rotundo y no eludir la grave situación en que se encuentra el árbol.
En la naturaleza nadie es inmortal y también los árboles perecen. Este olmo, antes de morir, parece tener aún la capacidad de producir hojitas verdes. Esta antítesis entre lo podrido y lo vivo llama la atención del yo lírico, que se ha detenido en el camino a observar este fenómeno, que luego calificará de "milagro”.


 El árbol. Símbolo ancestral 




Desde antiguos mitos a religiones, pasando por pueblos y sociedades, el árbol ha sido un emblema de la vida, muy unido a la existencia humana. El árbol de la sabiduría está en el Génesis de la Biblia, pero también hay un árbol en la representación del mundo de los vikingos.
En Paraguay, está el árbol de Artigas, un jacarandá bajo el cual Artigas  ya anciano buscaba su sombra. El árbol destruido por los bombardeos nazis en la ciudad vasca de Guernika, es un símbolo de la masacre que allí se perpetró y que inspiró a Picasso en su obra maestra.
El árbol tiene un vínculo con los cuatro elementos esenciales: el agua, la tierra, el aire y el fuego. Sus hojas reciben la lluvia, pero sus raíces beben savia. Donde no hay árboles se genera un desierto. Las profundas raíces de un árbol están en contacto con la tierra generosa, de ella se hiergue recto, como el cuerpo humano. La verticalidad de un árbol genera una impresión de rectitud y nobleza.
Su copa es un hogar para múltiples  animales, pero también ofrece sombra y refugio a las personas, además de frutos y flores. Al estar en perpetuo crecimiento da la impresión de que se eleva hacia el cielo, y como las catedrales, es un signo de espiritualidad.
El árbol está unido también al fuego, pues es gracias a su madera que los seres humanos descubrieron y domesticaron al preciado elemento que les permitió  darse calor , luz en la noche y preparar alimentos.
Los árboles, cuanto más años tienen y su tronco es más grueso, y su copa más tupida, generan más admiración.
La Humanidad aprendió a plantar árboles, pero a menudo la propia Naturaleza los ofrece espontáneamente: es el caso de este olmo que descubre el yo lírico, árbol autóctono español que nació hace más de cien años a orillas del Duero, un río que atraviesa Castilla.



Segundo cuarteto 



¡El olmo centenario, en la colina
Que lame el Duero! Un musgo amarillento
Le mancha la corteza blanquecina
Al tronco carcomido y polvoriento.



 Aquí se observa que la voz del yo lírico sube de tono, exaltado. Los signos de exclamación se utilizan para expresar emoción. ¿Qué lo ha conmovido al yo lírico? Por un lado el hecho de que el olmo es venerable, tiene más de cien años, tiene más longevidad que el ser humano. También la maravilla de la unión entre río y mundo vegetal, pues el olmo ha nacido porque hay una colina que “lame el Duero”.
 El río está personificado y con una metáfora se habla de la humedad y la vitalidad que como un gran padre protector brinda el río a a su alrededor.
La admiración hace que el yo lírico se acerque cada vez más al árbol y lo describa con lujo de detalles. Pese a haber resistido más de cien años, ahora el olmo está cubierto de musgo “amarillento”y la corteza está “blanquecina” y “polvorienta”.
Obsérvese el uso de adjetivos a los que se les ha anexado sufijos ( partículas que se colocan al final para dar un matiz a la palabra) , negativos: –ento, -cina y –iento se usan para agudizar estados de enfermedad o decadencia.
No obstante, y pese a la antítesis entre las hojas verdes nuevas y el musgo que se asocia con lo putrefacto, el viejo y herido árbol aún alberga vida. Una vida secreta de hongos e insectos que descubre el atento yo lírico, y que es vida al fin.
“Nada se pierde, todo se transforma”parece que dijera Machado con su árbol. Todo es vida. Por eso en los tercetos del soneto el yo lírico tiene el valor de igualar la vida de un pájaro de bello cantar (el ruiseñor), con las hormigas y las arañas.
Se realiza una afirmación de lo que el árbol ya no será a través de una comparación negativa.



No será, cual los álamos cantores
Que guardan el camino y la ribera
Habitado por pardos ruiseñores.


La comparación muestra la  diferencia entre el olmo y  los álamos, que estarán llenos de pájaros y cantos. Recuérdese que en la tradición poética el ruiseñor es símbolo de la alta poesía.
Este viejo árbol albergará otros animalitos, seguramente menos poéticos, pero muy trabajadores y sistemáticos, como esos insectos que ahora descubre tan voluntarioso el yo lírico.


Ejército de hormigas va trepando
Por él, y en sus entrañas,
Urden sus telas grises las arañas.


Ni las arañas ni las hormigas son animales que simbolizan la belleza, pero sí el trabajo, la paciencia y el esfuerzo. Y allí están, muy vivos, en el olmo que los alberga y les da casa y cobijo.
En este segundo terceto se observan varias aliteraciones: resuenan la “r”y la “ñ”, que se repiten, para mostrar con su sonido el incesante trabajo de los insectos.
Pero entonces el soneto termina para que el poema se convierta en un canto emocionado dirigido a un “tú”, y el yo lírico le hable al árbol que, si bien no puede contestarle, parece escucharlo, mudo.


 El deseo del yo lírico 


¡Antes que te derribe, olmo del Duero,
Con su hacha el leñador, y el carpintero,
te convierta en melena de campana,
lanza de carro, o yugo de carreta,
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde del camino,
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida!



En este diálogo imposible con el árbol el yo lírico se proyecta al futuro y reflexiona sobre el destino del árbol. Es indudable que morirá, que terminará su ciclo vital. ¿Pero cómo?
Preguntarse eso es como si el yo lírico se preguntara sobre su propia muerte. Nadie tiene esta respuesta, pero el poema baraja distintas hipótesis. Hechos que sucederán, en algún momento, y antes de que sucedan, el yo lírico quiere escribir sobre este árbol.
Es importante la anáfora del adverbio antes, que se repite a comienzo de verso tres veces, para indicar la urgencia de hacer algo porque al árbol le queda poco tiempo de vida.
Es entonces que aparece aludido el ser humano, pero no cualquier persona, sino aquellos que pueblan el campo y que pertenecen al mundo del trabajo. Es retratado en su vida cotidiana el sufrido pueblo español, que cuando Machado escribe este poema era aún muy pobre.
Son varios los oficios aludidos, explícita e implícitamente, que usarán ese árbol para la vida. Se mencionan explícitamente el leñador y el carpintero.
El leñador es un oficio para el que se necesita no solo fuerza sino también destreza y conocimiento de los árboles. El oficio de carpintero es uno de los más antiguos del mundo, Jesús era carpintero como su padre, José.



El carpintero de un  pueblo del campo profundo en ese mundo rural hará múltiples objetos, pero Machado elige la “melena de campana” , la “lanza de carro”, y el “yugo de carreta”. Objetos vinculados al duro trabajo: la campana es tocada por el cura para despertar al pueblo, no solo se va a misa sino también a trabajar. La lanza de carro es el palo que une la estructura de las ruedas, y evoca a todos aquellos que trasladan en carro los productos agrícolas.



El yugo de una carreta es un instrumento muy fuerte y pesado para sostener el arado que sujeta la cabeza de dos bueyes: así se labró la tierra durante siglos antes de la invención del tractor.
Pero también el olmo puede llegar a encender el fuego de una cocina, del hogar o fogón con que se calienta la familia y donde las mujeres cocinan sus guisos que luego alimentarán a todos.




Pero toda esta enumeración y alusión a trabajos termina en “mísera caseta”: el diminutivo , - eta supone una casa muy precaria y humilde, pero el adjetivo mísera habla de penurias, quizás de hambre.
El olmo puede ayudar a los seres humanos pobres a trabajar, a vivir.




El último oficio aludido es el de escritor, que lleva siempre consigo una "cartera", un poeta caminante, que porta una libreta donde tomar anotaciones ante las sorpresas que le surgen en el camino, como las ramas verdes del olmo casi muerto.


Conclusión



Mi  corazón espera
también hacia la luz y hacia la vida
otro milagro de la primavera.

Los últimos versos del poema unen el texto y el contexto. El plano autobiográfico se manifiesta de lleno y se une al paratexto final (Soria, 1912), espacio y tiempo del drama de la pareja Antonio Machado-Leonor Izquierdo, a quienes la enfermedad y la muerte separó en plena dicha.
        

lunes, 26 de agosto de 2019

ROMANCE DEL PRISIONERO

Introducción y tema



Se trata de un romance típicamente lírico, donde la anécdota es mínima, porque no se cuenta una historia ni surgen los diálogos típicos del Romancero.
La voz del yo lírico coincide con la del personaje central: un desconocido prisionero que lamenta la libertad perdida.
Es un poema muy breve que en principio elogia la vida y la primavera, para luego convertirse en una furiosa queja contra el poder que lo ha encerrado allí tal vez para siempre.
Apenas tiene acción y en la primera parte el yo lírico evoca y elogia la belleza del mundo cuando todo renace con la cercanía del sol y el calor. De pronto, en la mitad exacta del poema, a través del adversativo SINO, se explica que ese ser humano está hundido en una situación exactamente contraria, pues evidentemente está recluido en una mazmorra medieval adonde no llega la luz.
Las mazmorras eran calabozos subterráneos donde los presos solían estar encadenados con grilletes en la mayor oscuridad, y solo recibían agua y pan. El aislamiento era completo.

PRIMERA PARTE

Que por mayor era por mayo
cuando hace la calor
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor
cuando los enamorados
van a servir al Amor.

Aunque el poema parece sencillo, en verdad tiene una perfecta arquitectura. Estos ocho versos son el mundo recordado por el prisionero. El tiempo verbal del recuerdo es por excelencia el pretérito imperfecto: ERA. Eso demuestra que mayo pertenecía a una vida que él perdió.
Estamos en la Edad Media, en el siglo XV.  España pertenece al hemisferio Norte y cuando  es mayo está en plena primavera, es el mes anterior a junio (donde en Europa comienza el verano).
Aquí no se trata del inicio de la primavera (21 de marzo), sino del tiempo de mayor esplendor de la naturaleza.
Así que el yo lírico  se refiere en primer lugar al universo, que cíclicamente, cada año, deja de estar cubierto de frío y nieve y permite que con el calor la vida se reproduzca.
Inmediatamente pasa a los seres vivos, de los cuales menciona en primer lugar a los más emblemáticos del reino vegetal: los trigos y las flores.
El trigo, cuando encaña , muestra brotes verdes: empieza a crecer lo que se ha sembrado y se  cubren  los campos de color verde. Es una promesa de que la cosecha será buena: habrá trigo, habrá pan, abundancia, comida.
Por todas partes se ven también flores silvestres. Es un estallido de color, aromas, sensaciones táctiles y visuales. El poema realiza una ENUMERACIÓN de los elementos más significativos de la primavera.


La ENUMERACIÓN va cobrando cada vez más intensidad. Del mundo vegetal pasa a recordar el mundo animal, pero no cualquier ejemplar, sino los pájaros, símbolo por excelencia de libertad.
UN SÍMBOLO es un elemento visual que representa una idea o concepto abstracto y que cualquier persona es capaz de reconocer si pertenece a esa cultura. La flor es símbolo de belleza, la espiga de trigo es símbolo de fertilidad, el pájaro es símbolo de libertad.
Los pájaros cantan. Este hombre, aunque es un prisionero, conoce el canto de los pájaros. Sabe que la calandria es un ave que canta muy bien  y tiene una gran capacidad de imitar a otras aves. El ruiseñor asimismo es conocido en múltiples mitos como el ave que mejor canta, siendo capaz de hacerlo incluso de noche. También en la Edad Media era símbolo de la poesía y de los poetas que cantaban por amor.





La enumeración va IN CRESCENDO hasta que por fin llega al ser humano, pero no un ser humano en cualquier situación sino en una condición muy especial: enamorado. Los enamorados son el punto más perfecto de ese universo descrito como perfecto en primavera. Al usar el verbo "servir"da la impresión de que estuvieran al servicio de un dios, el Amor.
Ello nos recuerda la mitología griega, donde se veneraba a dos dioses vinculados al Amor: Venus por un lado (llamada también Afrodita), y su hijo Eros o Cupido.
La primavera es el tiempo de la reproducción y del triunfo de la fertilidad: el ser humano pertenece a ese mundo que anhela sobrevivir a través de los siglos y a la vez desea renovarse.


SEGUNDA PARTE


Sino yo, triste, cuitado
que vivo en esta prisión
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son
sino por una avecilla
que me cantaba al albor
¡matómela un ballestero
déle Dios mal galardón!


A partir de la palabra sino (que funciona para crear una gran antítesis entre la primera parte del poema y la segunda parte), el texto cambia completamente.
Ya no hay ANÁFORAS (repeticiones de una palabra a principio de verso, como la palabra "Cuando"), ni la sensación de que el personaje está cantando una canción.
Ahora el ritmo se hace entrecortado por comas , como si quien habla estuviera llorando. Los adjetivos que sugieren desesperación se superponen:"Triste, cuitado".
La definición de lo terrible que es esa cárcel lo dan solo dos versos: "que no sé cuándo es de día,/ni cuándo las noches son".




El estar en una mazmorra, hace que al prisionero le esté vedada la luz, SÍMBOLO DE VERDAD, DEL BIEN, DE DIOS. Hubo, sin embargo, muy cerca de él un ser vivo que por un tiempo pareció hacerlo olvidar de su terrible soledad: se trata de un ave seguramente pequeña, que en algún lugar de la cárcel-castillo cantaba festejando la primavera.
El prisionero, un hombre que sabe de pájaros (pues nos ha hablado de calandrias y ruiseñores) no parece saber de qué especie se trata, Pero el diminutivo -ILLA muestra la dulzura que le inspira. Le devuelve el sentido del paso del tiempo, que le estaba vedada por estar sumido en la oscuridad.
El avecilla pasa a ser amada como algo propio del prisionero, pues le recuerda el alba y la esperanza. De ahí que use el posesivo matóMEla: como si el ave le perteneciera y fuera su amiga.
Pero todo ello fue efímero, pues de un momento para otro, el canto se suspendió.
El prisionero lo atribuye a la maldad del guardia de la prisión, que en su aburrimiento se dedicó a matar pájaros con el arma que tiene en la mano. La ballesta se usa para evitar las fugas de los prisioneros, pero también para saciar la sed de muerte y sangre el guardia.
El poema termina con una IMPRECACIÓN O MALDICIÓN. Por fin aparece una referencia a Dios en el poema. El prisionero jamás reza, pero sí  se invoca a Dios que funciona como agente de venganza.
El preso desea que algo terrible le suceda al ballestero: "mal galardón", significa mal premio, castigo.
Y el prisionero queda nuevamente en soledad, sino el ave y sin la humanidad que significa reconocer el día y la noche y estar en contacto con otros seres vivos.





domingo, 18 de agosto de 2019

Estructura de "El monte de las ánimas", de Bécquer



Niveles narrativos

La leyenda de Bécquer, como muchas veces lo hace la Literatura Fantástica, se mueve en distintos espacios y tiempos, y superpone varios narradores.
Vamos a intentar visualizarlo a través de la estructura de cajas chinas, que también es llamada sistema de muñecas rusas, donde un relato contiene otro relato, y así sucesivamente hasta producir la sensación de eternidad e infinito.







Narradores

La leyenda tiene tres narradores bien diferenciados, que a su vez corresponden a distintos tiempos y espacios.
En el nivel A, al comienzo de la leyenda, el narrador es interno y se presenta como un escritor-periodista amante de los relatos populares, que una noche de Difuntos, solo en su cuarto, tiene mucho miedo. Para luchar contra el miedo escribe este relato de fantasmas y muertos que penan.
En el nivel B  el lector ya se encuentra en la leyenda propiamente dicha, prometida por el narrador -personaje del nivel A.
Pero en el nivel B el narrador no habla de sí mismo sino que funciona como un narrador en tercera persona, externo, omnisciente, que cuenta una antigua  historia ocurrida en Soria, evidentemente en la Edad Media.
Uno de los personajes de esta historia, el protagonista, Alonso, le cuenta a su prima Beatriz asimismo una larga historia vinculada al Monte que ellos visitan, en una partida de caza, una tarde, la previa a la noche de difuntos.
El personaje Alonso se convierte así en un narrador más y su relato es el corazón de la historia: la terrible batalla y muerte de los nobles y de los templarios ocurrida unos siglos atrás. Los cuerpos destrozados de las víctimas yacen en la ruinosa capilla del monte y sus almas se levantan e irrumpen en el mundo cada 1 de  noviembre, cuando las campanas marcan las 12 de la noche.
El relato de Alonso constituye el nivel C. Alonso es personaje y narrador externo al mismo tiempo en un pasaje del cuento.
Luego retoma la voz el narrador externo omnisciente que ya se dedica a contar el presente de Beatriz y Alonso.

Tiempos y espacios

Nivel 1: A



Este nivel sólo puede detectarse en la introducción del cuento. En ella un yo-personaje, un narrador interno explica que es la Noche de difuntos, que está solo y que tiene miedo. Sopla el viento y la sensación de que este vibrar de los cristales de las ventanas contiene el sufrimiento de las almas de los muertos '-que pujan por entrar al mundo de los vivos para contar sus penas- está presente en forma inquietante.
El tiempo histórico puede deducirse por una información que el yo da: cuando decide escribir una leyenda que sobre la Noche de Difuntos escuchó en Soria, sabe que ella se publicará en un diario en breve tiempo. Y que será leída por ricachones que, fumando un puro y haciendo la digestión, se entretendrán un rato en ella, sin que los afecte en lo más mínimo.
El personaje-narrador, supersticioso y sensible, se distancia de esos lectores de El Contemporáneo. Entonces entendemos en qué tiempo ocurre la escritura de esa leyenda por parte de ese escritor insomne y solitario.
El Contemporáneo era el diario madrileño en el cual trabajó Bécquer durante la década de 1860. Él allí trabajaba como periodista pero a la vez vendía sus cuentos que fueron publicados allí antes de convertirse en libro luego de la muerte del joven escritor.
El lugar entonces también es deducible.
Si bien el narrador viajó a Soria, ahora está quizás en Madrid, donde se edita el diario mencionado y donde vivía Bécquer en esa época. Este nivel del cuento es profundamente autobiográfico. Por lo tanto, podemos deducir que en el nivel 1:


Tiempo: NOCHE DE DIFUNTOS DE 1860.
Espacio: HABITACIÓN DE UN HOSTAL EN MADRID.
Narrador: Interno y personaje, con fuerte carga autobiográfica, amante de las leyendas y relatos populares que abordan la muerte y los espectros.


Nivel 2 : B

Es este el relato de la leyenda en sí misma y lo que supuestamente escribe el narrador del nivel 1.







El narrador que ahora cuenta la historia es un narrador externo, que jamás habla de sí mismo sino que conoce todos los detalles de la historia que narra: hasta lo que piensan los personajes y lo que sienten.
Es un narrador omnisciente que se ubica en la Edad Media.
Como muchos de los románticos del siglo XIX, Bécquer es un amante de la Edad Media, de su arquitectura, sus iglesias, sus leyendas.
Este relato se ambienta en Soria (una región de Castilla al norte de España) y al final de la Edad Media, cuando los árabes ya han sido vencidos y expulsados hacia el sur. 
Hay tres momentos del relato  de este narrador, cada uno con un tiempo y espacio peculiar.

Primer momento

El relato se ubica al inicio en pleno Monte de las Ánimas, un bosque agreste de Soria. Se sabe que es un lugar salvaje y donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor y fiereza. En ese lugar hay abundancia de caza, pues en la Edad Media la fauna autóctona de Soria  se ganaba los bosques: ciervos, lobos, osos, jabalíes, eran precias codiciadas de caza para alimentar a los guerreros nobles, quienes ejercitaban la caza para estar en forma para la guerra.
El Nivel 1 se inicia mostrando un grupo de nobles que va a cazar allí pero deben apresurarse para que no los tome la caída del sol, pues es la víspera de la noche de Difuntos, es el 1 de noviembre.
El narrador es omnisciente pero utiliza abundanemente el estilo directo, permitiendo hablar a los perosnajes en estilo directo.
Dentro de los cazadores se destacan por su nombre propio los personajes de Beatriz y Alonso, hijos de grandes condes y primos entre sí, que mantienen una conversación.






Alonso es el líder de la batida y es quien ordena regresar a la ciudad ya que no se puede estar en ese lugar la Noche de Difuntos pues se produce un terrible fenómeno del cual nadie puede ser testigo.

Tiempo: Edad Media (1400). Tarde del 1 de noviembre.Espacio: un bosque tupido en una colina, el  Monte delas Ánimas,Narrador: externo, en tercera persona y omnisciente.

Irrupción de lo fantástico. Nivel 3 - C, (primera irrupción)

En determinado momento Alonso le cuenta a través de un largo parlamento la leyenda de El Monte de las ánimas a su prima, y su voz produce en el relato el Nivel 3, una historia terrible de odio, celos, venganza y fantasmas con forma de esqueletos.




Tiempo: Edad Media en tiempos de Reconquista. Siglo XIII. Los templarios se han instalado en tierra de Soria. Los árabes están siendo derrotados. Noche de difuntos, a punto de dar la medianoche el 1 de noviembre hasta la madrugada del 2.

Espacio:  el Monte de las Ánimas cuando aún funcionaba la capilla y el monasterio de los templarios favorecidos por el rey.

A partir de esa noche sangrienta, cada Noche de difuntos (1-2 de noviembre) se revive esa lucha, adoptando los fantasmas forma de esqueleto, por la eternidad.

Narrador: el narrador es el personaje Alonso que habla en tercera persona de una historia antigua que le inspira respeto y que todo su pueblo conoce.



NIVEL 2- B. 

Segundo momento: en el castillo, en la sala gótica
A partir de ese momento el relato recomienza la historia de Beatriz y Alonso, esta vez no a caballo y como parte de una partida de caza, sino más tarde, luego del banquete, en la víspera de la noche de difuntos.
El narrador es externo (no un personaje), y primero pinta el ambiente de un palacio medieval donde muchos criados y damas de compañía, como es una noche especial, cuentan cuentos. Al tratarse de la Noche de Difuntos la tradición impulsa a hablar de aparecidos y fantasmas.
Pero junto el personaje colectivo de los criados y las viejas permanecen apartados Beatriz y Alonso, junto a la chimenea gótica.
Entre ambos se da un largo diálogo, pero el narrador omnisciente también explica en forma abundante qué sienten y piensan ambos personajes, qué miradas se echan, qué gestos realizan.
Son personajes antitéticos: Alonso es mostrado como un hombre enamorado, valiente y respetuoso de los muertos, Beatriz es mostrada como una mujer narcisista , frívola y que se burla de todas las tradiciones y de los demás.
Al surgir el tema de los regalos, Beatriz pretende que Alonso vaya a buscar el tul que "perdió" al Monte de las Ánimas, en plena noche. Alonso tiene miedo... pero igualmente va.

Tiempo: Noche de difuntos, antes de la medianoche, en el siglo XV
Espacio: Sala del castillo de los condes de Alcudiel, padres de Alonso.
Narrador: Externo, en tercera persona, omnisciente.

Tercer momento: en el castillo, en el cuarto de Beatriz.




Aquí se presenta a Beatriz completamente sola en su cuarto, de noche, cuando dan las 12 campanadas de la medianoche. Ella sabe que Alonso ha ido al Monte a buscar el velo y que no ha vuelto... Han pasado tres horas.

Intenta dormir en su lujosa cama pero la aterran ruidos siniestros. El narrador omnisciente adopta el punto de vista del personaje de Beatriz para contar los sonidos que se sienten en la oscuridad, pero en verdad, aunque lo sabe todo, no le da toda la información al lector, o le da solo algún detalle terrorífico para que el lector estimule su imaginación.
Beatriz escucha en la oscuridad ruidos de puertas que se van abriendo, crujidos de madera, pasos, susurros, y lo que es más terrible, los pasos que se escuchan son como de HUESO CONTRA LA MADERA.
Es como si el narrador en este fragmento del cuento no fuera del todo omnisciente y solo conoce lo que percibe y siente Beatriz. 
Beatriz a la mañana siguiente se despierta tranquila, pero descubre en su cuarto el velo ensangrentado.
¿Quién se lo ha traído? ¿Alonso herido que cumple con su promesa o los fantasmas del Monte de las Ánimas? ¿ES EL VELO OTRA IRRUPCIÓN DE LO FANTÁSTICO?
Lo cierto es que los criados llegan a comunicarle a Beatriz que su primo ha sido comido por los lobos y la encuentra horrenda y muerta.

Tiempo: toda la noche hasta la madrugada del 2 de noviembre del siglo XV
Espacio: la habitación de Beatriz en el castillo.
Narrador: externo, en tercera persona, equisciente por momentos.


Nivel 2 - B Continúa la historia un siglo después.

Asistimos entonces a un salto en el tiempo. "Tiempo después".
Quizás ya no estamos en el siglo XVI en el XVI. El narrador externo, omnisciente, cuenta cómo en el propio Monte de las ánimas de perdió un cazador una noche de difuntos, y que antes de morir, herido contó una terrible historia, lo que había visto esa noche en el monte.
Otra vez un personaje (el cazador) cuenta una historia, pero esta vez no se usa el estilo directo, sino el indirecto: es el propio narrador quien retoma las palabras del cazador.
Y lo que cuenta el cazador antes de morir es el verdadero desenlace de la historia de amor/desamor de Alonso y Beatriz.


Segunda irrupción de lo fantástico. Historia del cazador.

Nivel 3- C



En el último pequeño capítulo del cuento, el narrador en tercera persona, del NIVEL b, ominsciente, cuenta algo insólito. Dice que tiempo después, quizás ya en el siglo XVI, tal vez en 1500, un cazador perdido quedó atrapado en el Monte de las Ánimas una noche del primero de noviembre.
Por supuesto que fue atacado por los lobos. Muy herido, agonizante, lo encuentran a la mañana siguiente y solo atina a contar lo que vio en el Monte.
Aparece entonces otra vez la irrupción de lo fantástico, nuevamente el NIVEL C: el relato de lo que ahora sucede en el Monte de las Ánimas cada 1o. de noviembre, cuando de noche se levantan los que allí murieron y están enterrados, los fantasmas de los nobles que lucharon contra los templarios.
El narrador usa el ESTILO INDIRECTO, ello significa que el personaje NO HABLA DIRECTAMENTE sino que el narrador cuenta lo que dijo.
Y así el lector se entera de que ahora el terrible ritual de las almas en la noche de difuntos en el Monte de las Ánimas ha sufrido un cambio.
Pues el cazador no los ha visto luchar entre ellos, sino que ahora persiguen como en una cacería fantástica a una mujer joven, de largo pelo desmelenado, descalza, corriendo como loca alrededor de una tumba.
Esa tumba es la de Alonso, que nunca volvió del monte aquella noche, y fue enterrado allí, en la capilla de la iglesia del monte. Pero el alma de Alonso descansa en paz, porque murió cumpliendo una causa noble: la búsqueda del velo para él significó la prueba de su amor y fidelidad a Beatriz, pero también su respeto por quienes murieron allí en el siglo XIII es evidente.
Los fantasmas de nobles y templarios han olvidado su mutuo rencor y ahora, solidarios con Alonso, persiguen con forma de esqueletos a la alguna vez perversa Beatriz, que ahora es un alma en pena. Beatriz se levanta de la tierra para ir al mundo a comunicar su culpa y sufrimiento cada Noche de Difuntos.

EL VELO AZUL ES EL ELEMENTO QUE UNE LOS MUNDOS: EL REAL DE LOS CONDES ALONSO Y BEATRIZ... Y EL FANTÁSTICO DE LOS FANTASMAS QUE SURGEN EN EL MONTE DE LAS ÁNIMAS, 
CUANDO APARECE EL VELO ENSANGRENTADO EN EL CUARTO DE BEATRIZ SE SUGIERE QUE HA SIDO TRAÍDO HASTA ALLÍ POR LOS FANTASMAS.






martes, 16 de julio de 2019



DICCIONARIO DE RECURSOS LITERARIOS

habituales en el Romancero viejo





ABIERTO- Tipo de final en donde el lector completa con su imaginación los vacíos y misterios que se manifiestan en el desenlace del texto.( "Y abrí las puertas de par en par", Romance de Moraima)

ALITERACIÓN- Sonido sugerente que se repite en un mismo verso para generar una sensación
("Un sueño soñaba anoche/ soñito del alma mía/ soñaba con mis amores", Romance del enamorado y la muerte)

ANÁFORA- Recurso musical de la poesía donde se repite la primera palabra en distintos versos.( ("Ayer era rey de España/ hoy no lo soy de una villa/ ayer villas y castillos/ hoy ninguno poseía", Romance El reino perdido)

ANTÍTESIS- dos elementos opuestos que aparecen asociados y cercanos.( "que ni sé cuándo es de día/ ni cuándo las noches son", Romance del prisionero).

ASONANTE- Tipo de rima donde solo coinciden las vocales a partir del último acento del verso. ( "quién te tuviera esta noche/ en mi jardín florecido/ válgame Dios Gerineldo/ qué cuerpo tienes tan lindo"

AUTOR- persona que concibe y escribe una obra literaria.( juglar, trovador)

COMPARACIÓN- Recurso literario que asocia por semejanza un elemento real y otro imaginario mediante un nexo. ("vi entrar señora muy blanca/ muy más que la nieve fría", Romance del enamorado y la muerte)

COMPLICACIÓN- Momento de la narración en que cambia el destino del personaje a partir de algo inesperado.( "Despertado había el rey/ de un sueño despavorido/ - ¡O me roban a la infanta/ o traicionan el castillo!", Romance de Gerineldo)

CONSONANTE- Tipo de rima donde coinciden vocales y consonantes a partir de la última vocal acentuada del verso. (No utilizada en los romances).

DESCRIPCIÓN- Mostrar las características de un personaje, un paisaje o un objeto a través de palabras. ("Las armas lleva abolladas/ que eran de gran pedrería/ la espada lleva hecha sierra/ de los golpes que tenía/ la cara lleva hinchada/ del trabajo que sufría", El reino perdido).

DIÁLOGO- Los personajes hablan entre sí directamente, sin mediación del narrador. ("-¡Abráisme la puerta, mora/ que Alá te guarde de mal!-¿Cómo te abriré, mezquina/ si no sé quién te serás.?, Romance de Moraima.)

EMBLEMÁTICO- Tipo de título que resume o señala la acción principal de una historia ( Romance de una fatal ocasión).

ENUMERACIÓN- Serie de elementos que tienen algo en común y que el narrador utiliza uno a continuación de otro. ("Dábame la vida mala/dábame la vida negra/ de día majar esparto/ de noche moler cibera/ con un frenito en la boca/ para que de ello no comiera", Romance del cautivo del renegado)

EPÍTETO- Fórmula que acompaña al nombre y define al personaje, repitiéndose en el poema ("Gerineldo/ Gerineldo/ paje del rey más querido", Romance de Gerineldo y la infanta)

EPÓNIMO- tipo de título que lleva el nombre de un personaje o lo menciona.( Romance de Moraima, Romance del prisionero)

ESPACIO- donde suceden los acontecimientos del relato. ("que vivo en esta prisión/ que ni sé cuándo es de día", Romance del prisionero.

ETOPEYA- característica psicológica de un personaje ("qué galana va la niña", Romance de una fatal ocasión.

GRAFOPEYA- característica física de un personaje ("y si el cordón no alcanzare, mis trenzas añadiría", Romance del enamorado y la muerte).

HIPÉRBATON- Trastocar en un verso el orden convencional de las palabras. (" ¿Y a dónde iré, mi señora, que del rey no sea visto?",  Romance de Gerineldo y la infanta)

HIPÉRBOLE- Exageración para dar mayor fuerza a una imagen poética.("con su andar siega la yerba,/ con los zapatos la trilla", Romance de una fatal ocasión)

IMPRECACIÓN- Suerte de queja o maldición que lanza un personaje a otro ("¡Déjame, triste enemigo/ malo falso ruin traidor/ que no quiero ser tu amiga/ ni casar contigo, no!", Romance de Fontefrida)

INTERNO- Narrador que es a la vez personaje y cuenta la historia desde su propia perspectiva ("Mi padre era de Ronda/ y mi madre de Antequera", Romance El cautivo del renegado)

METÁFORA- Imagen que sustituye un elemento real, al cual evoca, de tal modo que solo se menciona la imagen, sin nombrar de aquello de lo que en verdad se habla ("de esa rosa que has cortado/ mi espada será testigo", Romance de Gerineldo y la infanta.)

MÉTRICA- Cantidad estable de sílabas que utilizan varios versos.( "en/ mi /jar/dín/flo/re/ci/do", Romance de Gerineldo y la infanta).

NARRADOR- voz que cuenta la historia en un relato. ( "Las huestes de don Rodrigo/ desmayaban y huían", Romance del rey Rodrigo.

OCTOSÍLABO- verso característico de las lenguas romances en que se compusieron una gran cantidad de poemas populares - entre ellos el Romancero viejo- y que posee ocho sílabas ( "Qui/so/Dios/ y/la/for/tu/na/", Romance el cautivo del renegado)

OMNISCIENTE- Narrador que lo sabe todo. ( "Despertado había el rey/ de un sueño despavorido", Romance de Gerineldo y la infanta)

PARALELISMO- Decir algo similar con palabras semejantes en el verso siguiente. ("Dábame la vida mala/ dábame la vida negra", Romance El cautivo del renegado)

PERSONAJE- ser ficticio que interviene en la historia de un relato. ("Yo me era mora Moraima/ morilla de un bel catar", Romance de Moraima)

PERSONIFICACIÓN- Dar características humanas a un objeto o a un animal o a una idea. ("vi entrar señora muy blanca/ (...) / -No soy el amor, amante/la muerte que Dios te envía", Romance del enamorado y la muerte)

RIMA Coincidencia de sonidos entre distintos versos. Si la última palabra es aguda o un monosíalbo, solo hay coincidencia en la última sílaba y la vocal acentuada vale por dos ( "que no quiero haber marido/ por que hijos no haya, no, / no quiero placer con ellos/ ni menos consolación", Romance de Fontefrida)

SECUNDARIO- Personaje que habla o actúa pero que no es relevante en la historia. ("encontró al santo ermitaño/ a la puerta de una ermita: / -Entiérrame este cadáver/por Dios y Santa María", Romance de una fatal ocasión).

SILUETA- Personaje que solo es mencionado pero que no actúa ni habla en la historia.("mi padre no fue a palacio/ mi madre no está dormida", Romance del enamorado y la muerte")

SIMBÓLICO- tipo de título que da la clave del texto a partir de un elemento marginal. (Romance de Fontefrida)

SÍMBOLO- Imagen visual que representa un concepto o ideal para un grupo social, que todos comprenden. ("la espada del rey mi padre/ entre los dos ha dormido", Romance de Gerineldo y la 
infanta)

SINALEFA- Recurso sonoro por el cual suenan como parte de una sola sílaba la última vocal de una palabra y la primera de la siguiente. ("cuando canta la calandria/ y - res- pon- de el- rui-se-ñor, Romance de Fontefrida)

TRUNCO - Final donde el yo lírico  o voz narradora concluye en forma sorpresiva lo narrado. ("matómela un ballestero/ dele Dios mal galardón", Romance del prisionero).

VERSO- Forma en que habitualmente está escrita la poesía: cada uno de las líneas en que se distribuye el texto de un poema. ( "Abenámar, Abenámar/ moro de la morería", Romance de Abenámar)

VOCATIVO- Llamado o pedido de escucha de un personaje a otro: ( "Gerineldo, Gerineldo/ paje del rey más querido", Romance de Gerineldo)

YO LÍRICO- Voz que más que contar una anécdota comunica deseos, sueños, sentimientos y recuerdos mediante un lenguaje intensamente lírico ( "Que por mayo era por mayo/ cuando hace la calor",Romance del prisionero.)




.