miércoles, 17 de octubre de 2018

MARTÍN FIERRO, de José Hernández






Martín Fierro es un largo poema gauchesco. Puede leerse en libro, tal como lo publicó su autor, José Hernández. Pero también puede recitarse, porque muchos argentinos lo han incorporado a su tradición oral.
José Hernández editó en 1872 una primera parte de 13 cantos (capítulos), y ante el enorme éxito que tuvo el libro, escribió siete años después una segunda parte mucho más larga.
Es un poema, ya que está escrito en versos y estrofas, y tiene métrica y rima. Pero como cuenta una historia –la del gaucho Martín Fierro-, también es una narración.
La voz que habla en primera persona durante todo el poema por momentos cuenta acciones, por lo tanto es un narrador interno, pero como usa verso, rima y sobre todo un lenguaje figurado lleno de metáforas y comparaciones, también puede verse en este narrador un yo lírico.


Canto I: Un prólogo a la historia

El Canto I funciona como un prólogo a lo que va a contar, y lo que narrará son son desgracias, su recuerdos, desde que era un gaucho trabajador y padre de familia hasta que se convirtió en un matrero: un delincuente del medio rural, perseguido por la autoridad.
Cuando Martín Fierro habla en el Canto I, ya ha pasado mucho tiempo, es un hombre curtido por la vida, ya ha matado, ha perdido todo, menos el don de cantar.


Estrofas principales:

Aquí me pongo a cantar

Al compás de la vigüela

Que al hombre que lo desvela

Una pena estrordinaria,

Como la ave solitaria

Con el cantar se consuela.


La estrofa que se usa en la obra tiene seis versos, cada uno de estos tiene ocho sílabas (es un octosílabo), y la rima es consonante porque coinciden al final de verso todos los sonidos a partir de LA ÚLTIMA VOCAL ACENTUADA: por ejemplo, “vigüELA”, “desvELA”.
En este comienzo el personaje se presenta como un gran cantor que se acompaña de su guitarra. Y lo primero que cuenta es que no duerme de noche porque tiene una pena enorme: es un hombre que ha sufrido mucho. Pero el canto lo salva, le hace un gran bien. Para explicar los sentimientos el yo lírico utiliza una COMPARACIÓN: “como la ave solitaria/con el cantar se consuela”.
A partir de este momento, va a explicar su personalidad, su modo de vivir y nos va a prevenir: la historia de su vida está llena de desgracias, pero él rescata ciertas virtudes de su propia persona. Algunas, como el CORAJE, lo hacen sentir orgulloso de sí mismo, como bien muestra la metáfora del “toro”, símbolo viril y peligroso por excelencia.


Yo soy toro en mi rodeo

Y toraso en rodeo ageno;

Siempre me tuve por güeno

Y si me quieren probar

Salgan otros a cantar

Y veremos quien es menos.


No me hago al lao de la güeya

Aunque vengan degollando;

Con los blandos yo soy blando

Y soy duro con los duros,

Y ninguno en un apuro

Me ha visto andar tutubiando.


También está orgulloso de su respeto a Dios y a los santos. Es un hombre muy religioso, incluso casi supersiticioso. Es un típico gaucho que nos va a mostrar enteramente su cultura:


Pido a los Santos del Cielo

Que ayuden mi pensamiento:

Les pido en este momento

Que voy a cantar mi historia

Me refresquen la memoria

Y aclaren mi entendimiento.


Este tipo de invocaciones son muy frecuentes en el poema, así como las constantes referencias a la naturaleza, que parece conocer muy bien, y a la que utiliza constantemente para construir sus comparaciones, sus metáforas y sus personificaciones. Los animales predilectos de Martín Fierro parecen ser los pájaros, por su capacidad de disfrutar la LIBERTAD, uno de los valores más importantes del personaje.


Mi gloria es vivir tan libre

Como el pájaro del Cielo;

No hago nido eneste suelo

Ande hay tanto que sufrir,

Y naides me ha de seguir

Cuando yo remonto el vuelo.


Con estas metáforas ya el personaje nos adelanta que no tiene familia, que está aislado de la sociedad, que solo puede ser feliz en contacto con la naturaleza, con la libertad, y por supuesto con su guitarra. Con ella en la mano “ni las moscas se le arriman”.
Pero al final del canto hace un resumen de lo que ha sido su historia. Se ve a sí mismo como un marginado, pero responsabiliza la sociedad, que parece haber sido cruel. Él se recuerda como un hombre bueno, pero algo terrible pasó para que terminara siendo un matrero, un bandido, condenado por “la gente”.


Y sepan cuantos escuchan

 De mis penas el relato,

Que nunca peleo ni mato

 Sinó por necesidá;

Y que a tanta alversidá.

 Sólo me arrojó el mal trato.


Y atiendan la relación

Que hace un gaucho perseguido,

Que padre y marido ha sido

Empeñoso y diligente,

Y sin embargo la gente

Lo tiene por un bandido.


Esas desgracias que el tiempo le trajo las va a explicar en los cantos sucesivos. Así que estas últimas estrofas funcionan como ANTICIPO y resumen de su existencia.
Aunque no explicita dónde está el origen del mal, pronto sabremos que a Martín Fierro el ejército argentino lo apresó para ir a luchar contra los indios al sur de la Pampa, en condiciones penosas, de esclavitud, tortura e injusticia.


Canto VI: La huida del fortín y la llegada a su casa




Martín Fierro ha permanecido 3 largos años sirviendo casi como esclavo en el ejército. Allí se acostumbró a sobrevivir a cualquier precio, e incluso se volvió alcohólico como muchos de los soldados que están encerrados en ese cuartel, al que le llaman "fortín" o "frontera", por estar en el borde de los territorios aún no conquistados por Argentina a los indios.
Pero a Fierro le habían prometido que en 6 meses volvería a su casa. El personaje, luego de "tres años de tanto sufrir al ñudo, decide desertar, esto es, escaparse del ejército.
Aprovecha una noche en que los jefes están emborrachándose y jugando a las cartas. Sabe que de otro modo no va a recuperar la libertad. Con esta metáfora "Me hice humo en un sotreta" muestra la rapidez con que desaparece del cuartel. usa un caballo cualquiera. Ha perdido a su caballo moro, que él amaba. Se lo robaron al llegar al fortín, como todas sus pocas pertenencias.
Pero eso ya no le importa. Cualquier caballo es bueno para escaparse y correr por los campos. Las metáforas de la libertad muestran la felicidad del personaje.
Claro que durará poco. El "padre y marido"que ha sido, "empeñoso y diligente" no quiere otra cosa más que volver a ver su familia, regresar a su hogar. Por eso realiza en la mitad del Canto VI una cadena de comparaciones donde se muestra como un animalito, un ser vivo de la fauna y del campo argentino que sigue el instinto de encontrar su hembra y su cría.


Para mí el campo son flores
dende que libre me veo;
donde me lleva el deseo
allí mis pasos dirijo,
y hasta en las sombras de fijo
que donde quiera rumbeo.

Entro y salgo del peligro
sin que me espante el estrago,
no aflojo al primer amago
ni jamás fi gaucho lerdo:
soy pa rumbiar como el cerdo,
y me fui para mi pago.

Pero, al regresar, el lamento es total:




No hallé ni rastro del rancho
¡Sólo estaba la tapera!
¡Por Cristo, si aquello era
pa'enlutar el corazón!
Yo juré en esa ocasión
Ser más malo que una fiera.


Lo único que se salvó del abandono parece haber sido un gato que daba tristes maullidos al verlo regresar. Pero ese gato es un signo que muestra (por el contrario) todo lo que perdió. Su aparición torna la escena mucho más triste aún.



Este es el momento en que vira  el destino de Martín Fierro y decide vengarse de la sociedad. Pronto se entera de que su mujer se fue con un "gavilán" y los hijos andan perdidos. La pobreza y el abandono destruyó su familia, que sin un padre que trabajara no pudo subsistir.
Pero Martín Fierro no condena a su esposa : "Tal vez no te vuelva a ver/ prenda de mi corazón".
Luego se entera que sus hijos (el mayor y el menor) andan perdidos siendo expulsados de los fogones, buscando comida y viviendo tal vez en una cueva.
Esta pérdida causa tal sufrimiento en Martín Fierro que se siente "como el tigre/que le roban los cachorros.

La ida al baile de "blancos"






De carta de más me vía
sin saber a dónde dirme;
mas dijeron que era vago
y entraron a perseguirme.

El canto VII comienza con unas coplas que resumen la situación existencial de Martín Fierro al llegar prófugo de la frontera y encontrarse sin familia, sin hogar, y con el rechazo de la sociedad. La metáfora "de carta de más" evoca la cultura gaucha, es donde es tan común el juego de naipes. Pero una carta de más es aquella que nadie quiere tener. En efecto, la sociedad no asume el daño que le han hecho a Fierro y lo persiguen como un delincuente.

No tenía mujer ni rancho
y a más, era resertor;
no tenía una prenda güena
ni un peso en el tirador.

En esta estrofa se ve el estado de deterioro en que se halla Fierro, parece un marginal y sobre todo está hundido en la pobreza, pues no tiene ni una moneda para colgarse en el cinturón o tirador. El estado de desesperación es máximo cuando con la hipérbole "sin tener ni qué pitar"se muestra que ni siquiera tiene acceso al tabaco. Y es en esa angustia cuando siente más la ausencia de su mujer y sus hijos, a los que no pudo cuidar del acoso de la sociedad.


A mis hijos infelices
pensé volverlos a hallar,
y andaba de un lao al otro
sin tener ni qué pitar.

Supe una vez por desgracia
que había un baile por allí,
y medio desesperao
a ver la milonga fui.

Riunidos al pericón
tantos amigos hallé,
que alegre de verme entre ellos
esa noche me apedé.

El baile con viejos amigos puede ser una manera de olvidar las penas. Pero no ha de olvidarse que todo lo que nos dice la voz que habla (por momentos narrador, por momentos yo lírico), es dicho desde un presente donde se está recordando y evaluando la propia historia. Así que, la ida a una milonga, que puede ser un alivio a su dolor, es recordada como "una desgracia".


Martín Fierro agrede a los morenos




Como nunca, en la ocasión
por peliar me dio la tranca.
Y la emprendí con un negro
que trujo una negra en ancas.

Al ver llegar la morena,
que no hacía caso de naides,
le dije con la mamúa:
va-ca-yendo gente al baile.

La negra entendió la cosa
y no tardó en contestarme,
mirándome como a un perro:
más vaca será su madre.

Y dentró al baile muy tiesa
con más cola que una zorra,
haciendo blanquiar los dientes
lo mesmo que mazamorra.

El baile es una instancia de diversión, pero también allí corre el alcohol. Martín Fierro en el cuartel había ahogado su furia en el alcohol del pulpero. Aquí los viejos amigos lo invitan. Es un baile de gauchos, estamos en la década de 1860 en Argentina y aunque las leyes han abolido la esclavitud, la sociedad tarda mucho tiempo en entender que los afrodescendientes o ex esclavos ya son como cualquier otro argentino.
Por eso resulta algo destacable que una pareja de negros llegue a un"pericón", un baile de gauchos supuestamente blancos ( o mestizos). Pero ellos parecen querer vivir una vida como todos los otros. Son una pareja, que viene a caballo, abrazada la negra a su marido.
A Martín Fierro parecen irritarlo, porque enseguida "la emprende"contra ellos. Es evidente la agresividad que le inspiran los negros, por racismo, o por envidia, pues ellos parecen felices y desean integrarse a la sociedad, la misma que expulsa a Martín Fierro acusándolo de matrero.
Es a la negra , a la mujer, a quien Fierro agrede primero, por su machismo característico de hombre de campo rudo. Pero también a la negra se la ve muy bonita, a través de las metáforas, comparaciones  y juegos de palabras pueden advertirse una serie de grafopeyas que señalan lo sensual que es la morena. Y Martín Fierro es un hombre cuya mujer se le voló con un "gavilán"...


!Negra linda! -dije yo-
me gusta pa la carona;
y me puse a champurriar
esta coplita fregona:

A los blancos hizo Dios,
a los mulatos San Pedro,
a los negros hizo el diablo
para tizón del infierno.

Había estao juntando rabia
el moreno dende ajuera;
en lo escuro le brillaban
los ojos como linterna.

Lo conocí retobao,
me acerqué y le dije presto:
po-r-rudo que un hombre sea
nunca se enoja por esto.

Corcovió el de los tamangos
y creyéndose muy fijo:
¡más porrudo serás vos,
gaucho rotoso!, me dijo.


Recursos literarios con los que se dibuja a los negros:

1) Juego de palabras:

¡VA CAyendo gente al baile! (Se enfatiza lo robusta que es la negra, tal vez gorda y con los senos
grandes, y se alude a que parece una vaca)

POR RUDO que un hombre sea/nunca se enoja por esto (se alude a la porra del negro, a su pelo africano)

Me gusta PA LA CARONA ( para la cama, para el cuero que usan los gauchos para dormir en el pasto)

2) Comparaciones:

con más cola que una zorra

haciendo blanquiar los dientes/lo mesmo que mazamorra

en lo oscuro le brillaban/los ojos como linterna

3) Metáforas:

a los negros hizo el diablo
para tizón del infierno



El duelo criollo



Y ya se me vino al humo
como a buscarme la hebra,
y un golpe le acomodé
con el porrón de ginebra.

Ahí nomás pegó el de hollín
más gruñidos que un chanchito,
y pelando el envenao
me atropelló dando gritos.

Hasta aquí, pese a la agresividad verbal de Martín Fierro, podía entenderse la gresca como una pelea de borrachos. Incluso la comparación del negro con el "chanchito", puede dar lugar a pensar que para Martín Fierro, entrenado en la guerra con los indios, no era un rival.
Pero el "envenao", el cuchillo del negro -cuyo mango está forrado del cuero del pene del toro- muestra que el negro es un hombre valiente y que sabe luchar. Si no ha entrado antes en defensa de su mujer es porque es consciente de su condición: está en minoría en medio de gauchos racistas.

Pegué un brinco y abrí cancha
diciéndoles: caballeros,
dejen venir ese toro.
Solo nací, solo muero.

El negro, después del golpe,
se había el poncho refalao
y dijo: vas a saber
si es solo o acompañado.

En estas estrofas se advierte la lucidez de Martín Fierro, pese a las excusas de que la desgracia inminente se debió a que estaba borracho. Es absolutamente consciente de que puede matar. De alguna manera lo estaba buscando y él es el que impide que los otros gauchos intervengan para impedirlo. Él ha jurado vengarse de la sociedad y lamentablemente lo quiere hacer con alguien que también ha sufrido la injusticia y la crueldad de esta a través de la esclavitud.
Pero el negro se va engrandeciendo, su virilidad crece en la escena y se lo advierte como un buen conocedor de las reglas del duelo criollo, pues por ejemplo se arremanga para ser más ágil.

Y mientras se arremangó,
yo me saqué las espuelas,
pues malicié que aquel tío
no era de arriar con las riendas.

No hay cosa como el peligro
pa refrescar un mamao;
hasta la vista se aclara
por mucho que haiga chupao.

El negro me atropelló
como a quererme comer;
me hizo dos tiros seguidos
y los dos le abarajé.

Yo tenía un facón con s,
que era de lima de acero;
le hice un tiro, lo quitó
y vino ciego el moreno.

La furia del negro es enorme. No solo Fierro (un hombre marginal, sucio, harapiento) ha agredido sexualmente a su mujer, sino que se ha burlado de las características de su raza (el color, el pelo) , le ha cantado una canción racista que maldice a los negros y le ha dado un botellazo en la cabeza. Nuevamente la frente del moreno (todavía tildado de "cornudo" por la metáfora de aspas -cuernos-)

Y en el medio de las aspas
un planazo le asenté,
que lo largué culebriando
lo mesmo que buscapié.

Le coloriaron las motas
con la sangre de la herida,
y volvió a venir jurioso
como una tigra parida.

Y ya me hizo relumbrar
por los ojos el cuchillo,
alcanzando con la punta
a cortarme en un carrillo.

Me hirvió la sangre en las venas
y me le afirmé al moreno,
dándole de punta y hacha
pa dejar un diablo menos.

Por fin en una topada
en el cuchillo lo alcé,
y como un saco de güesos
contra un cerco lo largué.

En el duelo criollo ambos contrincantes se tiran a muerte, pero el negro parece estar enceguecido por la furia, pues está enormemente dolido por tanta violencia gratuita por parte de Martín Fierro.
Y de hecho, Fierro va percibiendo que el negro es un gran rival a través de los animales y cosas con los que lo va comparando,donde se ve una gradación en la peligrosidad.

chanchito
toro
culebra
tigra parida

Y aunque el primero en producir sangre en el contrincante es Martín Fierro, quien una vez más le da un "planazo", es decir, un golpazo con la parte plana del cuchillo, el hecho de que el negro alcance a cortarle la mejilla o el carrillo lo enfurece al máximo: para un gaucho es un deshonor tner una cicatriz en la cara, quiere decir que no se supo proteger de un contrincante.
Por eso la metáfora "me hirvió la sangre en las venas" lo muestra con voluntad y sed de matar. También la metáfora "dándole de punta y hacha"lo muestra como un verdadero asesino.
Con el facón curvo llega al vientre del moreno, le destroza las vísceras y lo larga como si fuera una cosa. El moreno vencido es ahora "como un saco de huesos".


El asesinato y la culpa




Tiró unas cuantas patadas
y ya cantó pal carnero:
nunca me puedo olvidar
de la agonía de aquel negro.

En esto la negra vino
con los ojos como ají
y empezó la pobre allí
a bramar como una loba.
Yo quise darle una soba
a ver si la hacía callar,
mas pude reflesionar
que era malo en aquel punto,
y por respeto al dijunto
no la quise castigar.

Limpié el facón en los pastos,
desaté mi redomón,
monté despacio y salí
al tranco pa el cañadón.

Después supe que al finao
ni siquiera lo velaron,
y retobao en un cuero,
sin rezarle lo enterraron.

Y dicen que dende entonces,
cuando es la noche serena
suele verse una luz mala
como de alma que anda en pena.

Yo tengo intención a veces,
para que no pene tanto,
de sacar de allí los güesos
y echarlos al camposanto.

La muerte del negro aún hoy le pesa en la conciencia a Fierro. Es una agonía espantosa a la que asisten como un espectáculo todos los asistentes al baile impasibles. Pero la negra reacciona, se le abalanza a Fierro y ya no es comparada con una vaca o una  zorra, sino como una loba. Una loba que aúlla de dolor y sus ojos están rojos por el llanto.
Martín Fierro está aún  lleno de odio y violencia, como si no bastase con haber matado a un ser humano, y tiene ansias de pegarle a la mujer.
En este instante parece volver un destello de conciencia moral a su mente, y sumado a sus supersticiones con respecto a los difuntos, reprime la "soba"y prefiere retirarse.'
La tranquilidad aparente que demuestra a los otros gauchos, cómo limpia la sangre del facón en los pastos y cómo se va por la cañada despacito sin dejar huella, lo muestra como un verdadero e implacable asesino.
Pero no se olvide que Martín Fierro es un largo canto donde desde un presente se recuerda la historia de su vida. Y hoy sabemos que esa tranquilidad no era tal, porque el recuerdo de esa muerte "nunca"se puede olvidar.
Y además, cuando tiempo más tarde Fierro se entere de que los gauchos del baile tiraron el cuerpo en una zanja envuelto en un cuero clandestinamente, va a demostrar una honda culpa. Pues cree, según su superstición, que aquel difunto no enterrado en un cementerio , con rezos, que ha sido víctima de una muerte injusta, se convierte en una luz mala, en un alma en pena.
Hasta hoy Fierro desea volver al lugar del crimen a enterrar a su víctima como una forma de expiación.