miércoles, 11 de octubre de 2017

EXPLICO ALGUNAS COSAS, de Pablo Neruda

                                               "Guernika", de Pablo Picasso, 1937


Explico algunas cosas


Preguntaréis: y dónde están las lilas?
Y la metafísica cubierta de amapolas?
Y la lluvia que a menudo golpeaba
sus palabras llenándolas
de agujeros y pájaros?

Os voy a contar todo lo que me pasa.

Yo vivía en un barrio
de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.

Desde allí se veía
el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.
                                      Mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por todas partes
estallaban geranios: era
una bella casa
con perros y chiquillos.
                                                        Raúl, te acuerdas?
Te acuerdas, Rafael?
                               Federico, te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
                                                   Hermano, hermano!
Todo
eran grandes voces, sal de mercaderías,
aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua
como un tintero pálido entre las merluzas:
el aceite llegaba a las cucharas,
un profundo latido
de pies y manos llenaba las calles,
metros, litros, esencia
aguda de la vida,
                        pescados hacinados,
contextura de techos con sol frío en el cual
la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas,
tomates repetidos hasta el mar.

Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.

Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!

Frente a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!

Generales
traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.

Preguntaréis por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?

Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles



Neruda frente a la Guerra Civil Española

La protesta del testigo


El yo lírico se dirige en este poema a varios interlocutores. Al inicio y al final, las estrofas interpelan a los lectores. El inicial “Preguntaréis”, supone el yo lírico. Es un yo lírico que se acerca mucho al autor. Parece que estuviera hablando el propio Neruda.
Como poeta consagrado, sabe que lo que escribe tiene incidencia en la sociedad. Pero también es  consciente de la ruptura que su poesía nueva implica con respecto a sus anteriores poemas que lo encumbraron en la fama, como por ejemplo, Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Ante la irrupción del fascismo en su vida y en la del mundo, el yo lírico ya no puede hablar del amor de pareja (representado en las lilas y amapolas), ni del amor a su tierra (representada en los volcanes).
Usa una sola estrofa, constituida por un único verso, donde explicita el origen de su escritura: “Os voy a contar todo lo que me pasa”.
Más adelante los interlocutores van a cambiar. Mientras explica a los lectores su pasado reciente de paz, donde vivía en una ciudad llena de armonía como el Madrid democrático y republicano, de pronto parece recordar sus grandes amigos con los que compartió esa maravillosa experiencia, la fuerza cultural de la España de la década 20 y 30. Así, aparecen las figuras de Rafael (por el poeta Rafael Alberti) y Federico, (por Federico García Lorca, asesinado en agosto de 1936), que parece oírlo bajo tierra mientras sobre su cuerpo desaparecido crecen flores.
Y tras este paréntesis lleno de ternura, con preguntas retóricas que evocan un pasado perdido (anterior al golpe de estado militar liderado por Franco), la descripción del mundo en paz continúa.
Pero el poema parece quebrarse con el verso “Y  una mañana todo estaba ardiendo”. A partir de allí, las imágenes describen con enorme crudeza la destrucción de un bombardeo.
El yo lírico sabe quién es el responsable de tanta violencia y tanta sangre derramada. Se trata de los militares golpistas (“Generales / traidores”), que se alzaron contra la flamante República Española del Frente Popular, un golpe militar que apoyaron logísticamente Hitler y Mussolini.
A esos asesinos también interpela el poeta, y casi al final del texto promete que la vida y la Historia se vengarán y los liquidarán, que triunfará la democracia.
Lamentablemente, en España ello no sucedió y tras el triunfo de Franco se sucedieron cuarenta años de una durísima dictadura.
El poema fue inspirado por el horror que sintió Neruda ante la ruptura del orden que había elegido del pueblo, por la acción destructiva de fuerzas políticas que masacraban la vida que él amó.


LA ESTRUCTURA EXTERNA DEL POEMA PARECE CAÓTICA, LOS VERSOS NO TIENEN MÉTRICA NI RIMA Y LAS ESTROFAS TIENEN DISTINTA CANTIDAD DE VERSOS.
PERO EL POEMA TIENE RITMO, BRINDADO POR LAS REPETICIONES, LAS ANÁFORAS, LOS PARALELISMOS.
EN CAMBIO  EN SU ESTRUCTURA INTERNA SE VE CLARAMENTE DOS MOMENTOS ANTITÉTICOS: LA BELLEZA DE LA PAZ Y EL HORROR DE LA GUERRA.


Análisis de “Explico algunas cosas”

La vida en la paz





Yo vivía en un barrio
de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.

El pretérito imperfecto “vivía” sugiere un periodo prolongado, un tiempo del recuerdo, un tiempo que parecía que nunca fuera a terminar. Es el tiempo de la felicidad. De la paz. El yo lírico, que en este caso comparte elementos de la autobiografía de Neruda, que vivió allí antes de la Guerra Civil Española: describe una ciudad llena de vida, donde resuena el nombre “Madrid”.  Para  explicarla  da una imagen visual y auditiva: es una ciudad llena de campanarios, de torres, que marcan con su bello sonido el paso del tiempo, pero también la armonía entre la cultura centenaria de la ciudad y los viejos árboles que han crecido adornando sus calles.

Desde allí se veía
 el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.

A su vez la ciudad estaba enmarcada en una región antiquísima, donde se cultivó el trigo, el viñedo y el olivo durante siglos y siglos. Castilla es una tierra árida, una extensa llanura marrón que sin embargo sus trabajadores han sabido labrar  y hacer producir su delicioso aceite.
Se utiliza un metáfora y una personificación para explicar ese paisaje peculiar que se ve desde la ventana, y una comparación muy sorpresiva: “como un océano de cuero”.

Mi casa era llamada la casa de las flores,
porque por todas partes estallaban geranios:
era una bella casa con perros y chiquillos.

 Los versos van de lo general a lo particular y el yo lírico también describe la casa donde fue feliz, una casa llena de flores coloridas en los balcones, característicos de Madrid. El “estallaban geranios” da una imagen de vida rebosante que se completa con los sonidos de los perros y los niños.
El poema interrumpe la descripción de los lugares amados perdidos para entrar en un coloquio íntimo con seres a los que llama a través de sus nombres propios, los amigos del poeta que compartieron la felicidad de vivir en el Madrid de los años previos a la guerra. Llama la atención que nombre especialmente a Federico, refiriéndose evidentemente a Federico García Lorca, asesinado en los primeros días de la guerra civil. Su cuerpo es imaginado por el yo lírico en una fosa desconocida pero saliéndole flores por la boca. Los amigos del poeta, perdidos por el caos de la guerra, aún dialogan con él porque viven en su memoria. Las preguntas son retóricas , no esperan respuesta. En un momento la emoción lo interrumpe y llama a su amigo “Hermano, hermano”.

 Todo
eran grandes voces,  sal de mercaderías,
aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles
con su estatua como un tintero pálido entre las merluzas:
 el aceite llegaba a las cucharas,
 un profundo latido
 de pies y manos llenaba las calles,
 metros, litros, esencia aguda de la vida,
pescados hacinados,
contextura de techos con sol frío en el cual
la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas,
tomates repetidos hasta el mar.


La enumeración, la mención de elementos de una misma serie, sigue siendo el recurso dominante del poema. Cada verso describe una imagen imborrable del barrio en donde vivió, Argüelles, que se caracteriza por sus mercados, mercados típicos españoles redondos, techados, que ocupan una manzana.
El poema se transforma en una serie de sensaciones como si el poeta estuviera allí recorriendo un mercado, asaltado por imágenes sensoriales de la belleza de los productos alimenticios de la tierra española, mucha comida que a partir de la guerra escaseará y hará morir de hambre a la población de Madrid.
La comida representa también el trabajo, la producción, la habilidad de los campesinos, que solo es posible crear en la paz. También una comparación luce en la enumeración: se trata de la estatua del poeta Quevedo, que aunque no es mencionado, su estatua aparece erguida, negra de bronce, como un tintero, en medio del colorido de los alimentos.
Se destacan ingeniosas metáforas: “ delirante marfil fino de las patatas” (por el color de las papas), e hipérboles (tomates repetidos hasta el mar).

Todo ello va a tener un terrible final:  el comienzo de la guerra, de los bombardeos y de la sangre.




Irrupción de la guerra


El mundo de paz, armonía y concordia entre la sociedad y la naturaleza descrito en la primera parte del poema tiene un momento en que se pierde por completo. El yo lírico lo identifica: “una mañana”. Es el primer bombardeo que sufre en Madrid, luego del golpe de estado realizado por Franco y las fuerzas fascistas el 18 de julio de 1936.
Para explicar el horror de las bombas primero realiza una enumeración y luego resume la destrucción en el símbolo del fuego.

Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces, 
y desde entonces sangre.


Esa destrucción tiene un responsable. Tiene nombre y apellido. Neruda explicita su indignación contra los militares fascistas que dieron el golpe de estado y atacaron a la República Española.

Los define como delincuente, porque son ellos los que violentan la ley. Para ello usan armas de última generación, los aviones prestados por su cómplice Hitler, y para atacar al pueblo español necesitan pagar mercenarios de otros pueblos (los moros, que se enrolaron en las filas de Franco).
A su vez, estos asesinos atacan la democracia y la República para defender los intereses de los poderosos de siempre en España: una aristocracia ridícula, obsoleta (representada en las joyas, las sortijas) y la iglesia católica, muy conservadora, representada en esos frailes negros a quienes no les importó ver morir inocentes en una actitud cínica e hipócrita.

Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas, 
bandidos con frailes negros bendiciendo 
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños 
corría simplemente, como sangre de niños.






El símbolo de la sangre se hace omnipresente, como sacrificio de víctimas que no debían morir, especialmente los niños, que son el futuro de la República.

Entonces el yo lírico se llena de furia y acusa y sentencia a los responsables de tal masacre.
Los insulta asociándolos a seres despreciables, malignos. Y que serían rechazados entre seres de su propia especie inclusive.
Se produce una enumeración caótica, violenta, de metáforas que muestran a los militares de Franco como la peor escoria.

Chacales que el chacal rechazaría, 
piedras que el cardo seco mordería escupiendo, 
víboras que las víboras odiaran!

No obstante,  pese a la vileza de Franco y sus secuaces a través de una metáfora explica la rebelión popular con que obreros, campesinos y civiles intentaron detener el golpe militar defendiendo la democracia con todo tipo de armas. España unida, para el yo lírico, renace con valentía y hace frente (“he visto levantarse”), a la traición militar.
Es el comienzo de la heroica gesta del pueblo español que intentaría preservar la República y que tras tres años de lucha sería derrotada en 1939.

Frente a vosotros he visto la sangre 
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola 
de orgullo y de cuchillos!

Generales

traidores:
mirad mi casa muerta, 
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo 
en vez de flores, 
pero de cada hueco de España 
sale España, 
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos, 
pero de cada crimen nacen balas 
que os hallarán un día el sitio 
del corazón.

El poema finaliza muy cerca de cómo comenzó. Nuevamente se dirige a los lectores para moverlos de su pasividad, para que entiendan que su poesía cambió definitivamente de temática (de una poesía amorosa que alaba la naturaleza pasa a ser una poesía comprometida, política) y termina con una exhortación a que todo el mundo defienda y se comprometa con la democracia de la joven República española.

Preguntaréis por qué su poesía 
no nos habla del sueño, de las hojas, 
de los grandes volcanes de su país natal?

Venid a ver la sangre por las calles,

venid a ver
la sangre por las calles, 
venid a ver la sangre 
por las calles

17 comentarios:

  1. cuantas estrofas tiene el poema? tienen la estrofas el mismo tema? En que estrofa se introducen el tema del poema? En que estrofa se explica el tema del poema?
    Ayudarían a mi hija a responder estas preguntas les agradecería mucho por favor.

    ResponderEliminar
  2. En que estrofa se explica el tema del poema?

    ResponderEliminar
  3. En que estrofa se introduce el tema del poema

    ResponderEliminar
  4. En que estrofa se introduce el tema del poema

    ResponderEliminar
  5. ¿en qué estrofa se explica el tema del poema?

    ResponderEliminar
  6. ¿Que figuras retóricas se emplean en el poema?

    ResponderEliminar
  7. En que estrofa se introduce el tema del poema

    ResponderEliminar
  8. Tienen todas las estrofas la misma cantidad de versos

    ResponderEliminar
  9. ¿En qué estrofa se introduce el tema del poema?

    ResponderEliminar